Torre del INFANTADO
El edificio más emblemático y representativo
Una de las torres más señeras de la arquitectura cívico-militar de la Baja Edad Media en Cantabria, construida en el siglo XV ,perteneció al Marqués de Santillana, D. Iñigo López de Mendoza y posteriormente a D. Diego Hurtado de Mendoza, primer Duque del Infantado, del que toma el nombre.
Cumplía funciones estratégico-militares y fue el principal testigo de las luchas por Liébana. Se trata de un edificio de mampostería, salvo esquinales y vanos, de planta cuadrada con cuatro pisos y azotea, se remata por una cornisa apoyada en modillones que sostenía una barbacana corrida. Conserva cuatro pequeñas torres cúbicas almenadas en cada esquina. Se accede a ella por una alta escalinata y a través de una puerta con arco apuntado, estando dominada por balcón corrido con ventanales enmarcados en alfiz.
Hoy día acoge la exposición permanente de los facsímiles del Beato de Liébana ( abad lebaniego del siglo VIII) y otras exposiciones temporales.
Desde el mirador almenado se puede disfrutar de las espectaculares vistas de los Picos de Europa y de la Villa de Potes.