Potes de POSTAL
Potes es una de las villas cántabras más fotografiadas. Desde los primeros pasos de la fotografía en nuestra región, hasta la actualidad, la imagen de Potes ha sido capturada por dos tipos de fotógrafos.
En un primer momento las cámaras fueron patrimonio de unos pocos adinerados. Así las primeras imágenes que poseemos de la villa pertenecen a viajeros alemanes e ingleses que retrataron la vida de la villa en varias crónicas de viaje por todo el norte de España. También el Marqués de Santa María del Villar que recorrió casi toda España fotografiando sus lugares emblemáticos, nos ha dejado su colección lebaniega.
Posteriormente se comenzaron a implantar los fotógrafos locales que primero con su cámara de placas de cristal y posteriormente con maquinas de película eran auténticos notarios de un momento muy concreto de la vida de cada pueblo. En Potes tuvimos la gran suerte de contar con dos grandes fotógrafos. El más antiguo, Álvaro Fernández realizaba su trabajo a finales del siglo XIX y XX, con placas de cristal. Quedan muy pocas imágenes de esta época y su valor testimonial es muy importante. Posteriormente fue el conocido Eusebio Bustamante, quien desde finales de la década de los treinta, realizó reportajes de gran calidad y de temática no solo paisajística sino también humana, fijándose especialmente en los oficios y las personas. Su gran calidad artística le permitió publicar imágenes de Liébana en varias portadas de revistas nacionales.
EL RECORRIDO
Ofrecemos aquí un recorrido por Potes conociendo los lugares más emblemáticos y observando a través de doce puntos los cambios surgidos en estos 120 años de historia de la fotografía en Liébana.
Como vemos la visión del puente de la cárcel y de la Torre del Infantado no ha cambiado en este último siglo. Aunque los edificios no han cambiado, si lo ha hecho el paisaje posterior del monte la Viorna. Aquí destaca la Castañera, que aun se conserva, pero el resto del monte, ahora ocupado por encinares y pinares, antes era sometido a una continua explotación por los vecinos que cultivaban viñedos hasta en las laderas más pendientes.